Cenas, compras, regalos, cenas, cenas y más cenas. La Navidad es, sin duda, la época del año en la que nos reunimos más veces para cenar con la familia y los amigos. Lo cierto, es que son fechas muy especiales y la Navidad tiene una magia especial, capaz de unir lo imposible.
Ha llegado el momento de parar esa vorágine de obligaciones, ahora que estamos tranquilamente leyendo este artículo y de rescatar esos sentimientos que nos trae la Navidad. ¿Recordáis como nuestros padres decoraban la casa por Navidad? ¿Cómo la vecina le enseñaba a vuestra madre la mesa de comedor que se acababa de comprar para reunir a la familia y viceversa? Era la única época del año en la que se comía con la vajilla y cubertería “buena”.
Alguna de las tradiciones de antaño se pierde pero otras perduran como por ejemplo la de estrenar. Esto siempre ha traído suerte y la Navidad es la época perfecta para cambiar esos sillones incómodos o buscar una mesa en la que pasar largas horas con los abuelos, tíos, hermanos, primos…
Se trata de volver a ser niños, dejad que el fantasma del pasado os visite y rescatar la magia de la Navidad en familia. Os ayudamos un poco…
1. Enseñar a los niños valores como la paz, el amor… no todo son los regalos y las manualidades cobran un sentido especial.
2. Conoce las actividades lúdicas de tu ciudad, pasea por la noche, visita los belenes…
3. Hay cientos de libros y cuentos que hablan de la Navidad, canta villancicos…
4. “Vaya Santa Claus” “Polar Express” “Una Navidad con Mickey” hay miles de películas de esta temática, y qué mejor época para verlas que esta.
5. Deja a un lago el whastApp, los @ y los # retoma viejas tradiciones como la de enviar postales navideñas.
6. Hay que ser un ejemplo a seguir para los más pequeños y aunque se debe ser solidario todo el año, en Navidad hay una gran fiebre.
7. Recibe a los invitaos con un mensaje personalizado de amor y alegría.
8. Cocinar en familia puede ser divertido sobre todo los platos tradicionales como los turrones, galletas…
9. Volved a pedir el aguinaldo.
10. Os acordáis cuando en vuestras cartas cuando meráis niños también se pedía comida para los niños pobres… pues llenad vuestra carta de deseos inmateriales.
11. y por último, ayudar a que la imaginación de los más pequeños vuele. Los vasos de leche medio vacíos, trozos de galletas, las huellas de los camellos… todo un atrezzo que los niños nunca olvidan.