Si has decidido ponerte a dieta, debes saber que hay una hormona, la Grelina, que es la causante de que tengamos ganas de comer. La Grelina es segregada por nuestro organismo, concretamente por nuestro aparato digestivo y predispone a los órganos para procesar y digerir los alimentos. Además, el nivel de esta hormona aumenta, para abrirnos el apetito, cuando hemos pasado un tiempo sin ingerir alimentos y el cuerpo necesita nutrientes.
El efecto de esta hormona es casi inmediato y nos empuja a ingerir alimentos. Para evitar darnos grandes comilonas que nos hagan saltarnos la dieta, debemos evitar pasar largos periodos de tiempo sin ingerir alimentos, por lo que lo ideal sería comer cantidades pequeñas pero varias veces al día. Evita a toda costa las dietas drásticas en las que pases muchas horas sin comer, ya que será más probable que caigas en la tentación debido a la Grelina que segregará tu cuerpo.
Se ha detectado que la falta de sueño también aumenta los niveles de la hormona Grelina, y reduce la quema de grasas, por lo que las horas de sueño podrán influir en los resultados de tu dieta. Dormir poco, entre otras contraindicaciones, no te ayudará a adelgazar. Además, si descansas adecuadamente, te sentirás mejor física y anímicamente.
Si vas a seguir una dieta consulta a tu médico… y descansa.