Cuando nos enteramos de la llegada de un bebé todo en la vida cambia, los hábitos, forma de pensar… Con el afán de que crezcan felices y sanos compramos todo lo necesario para sus cuidados e higiene. Lo primero que se prepara es la habitación: cuna, cortinas, las paredes cambian de color… pero uno de los elementos más importantes de la habitación del bebé son los colchones de la cuna.
Al igual que los adultos, el colchón de cuna es el que favorece el descanso y desarrollo de los más pequeños. De hecho, los niños duermen más horas que los adultos, por eso el soporte en el que lo hacen debe ser el adecuado ya que sus hábitos de sueño y salud están en nuestras manos.
Tips para elegir un colchón de cuna
Con este motivo, a continuación os facilitaremos una serie de pautas que hay que tener en cuenta para elegir un buen colchón de cuna:
1. Adaptabilidad.
Nos referimos a la firmeza del colchón de cuna ya que en el caso de lo bebés estos colchones deben ser altamente adaptables con el fin de reducir la presión en puntos concretos como la cabeza. Esto es de suma importancia ya que ayuda a prevenir malformaciones como por ejemplo plagiocefalia, cuando crezcan se pueden cambiar a colchones más firmes para el crecimiento de sus huesos y alineación de la columna.
2. Frescor.
Los colchones de cuna deben ser transpirables que permitan la circulación de aire y que favorezcan la evaporación de líquidos ya que así se previenen humedades. No obstante, os recomendamos utilizar fundas protectoras que sean impecables y transpirables.
3. El tamaño.
Es muy importante tener en cuenta las medidas de la cuna, el tamaño estándar es de 60 x 120 cm aunque hay fabricantes que requieren colchones de medidas especiales como por ejemplo de 57 x 117 cm.
4. Las alergias.
Aseguraros que el colchón que queréis comprar lleva un tratamiento hipoalergénico en sus tejidos que actúa como una barrera para que no aparezcan caros ni hongos. De esta manera se evitan las afecciones respiratorias o alergias que sufren algunos bebes a consecuencia de los ácaros del polvo.
5. Vuelta a lo natural.
Los padres cada vez son más conscientes de que lo ecológico es lo más saludable y el algodón cultivado sin fertilizantes aporta a los colchones suavidad, frescor y el uso de la malva en el núcleo del colchón tiene propiedades relajantes.