ASOCAMA, la asociación española de la cama, nos da algunas pautas, algunas cuestiones que debemos plantearnos para saber si ha llegado la hora de renovar nuestro colchón.
Si nuestro colchón tiene más de 10 años.
No podemos fiarnos de nuestro colchón si ya ha cumplido los 10 años, porque, una vez ha pasado este tiempo, las condiciones de firmeza e higiene iniciales se han degradado por el uso, y el paso del tiempo, y no puede garantizarse que sea adecuado para tu salud.
No confíes en que el colchón que elegiste hace años sigue siendo el más adecuado para ti.
Tus necesidades han podido cambiar desde que compraste tu colchón, puede que tengas dolencias que antes no tenías, que ahora duermas acompañado y antes no…
Pérdida de higiene en el tapizado del colchón.
Aunque tu colchón haya estado enfundado (mejor en fundas transpirables 100% algodón) con el paso del tiempo, las propiedades higiénicas del colchón desaparecen. Actualmente hay tratamientos higiénicos que protegen al colchón contra los hongos, los ácaros… sin embargo, ningún tratamiento es eterno, aunque tu colchón parezca limpio, no significa que sea totalmente higiénico como el día que lo compraste: puede tener ácaros, no será totalmente higiénico si has transpirado, sufrido enfermedades, etc.
Perdida de propiedades de los materiales que conforman el colchón.
Los materiales pierden funcionalidad por el uso, por lo que deberás tener en cuenta el tiempo de uso recomendado por el fabricante.
Pérdida de confort.
El colchón que compraste hace 10 años era bueno para ti entonces, pero puede que ya no lo sea ahora, debido a la degradación de los materiales y tratamientos por el uso, perderás confort y afectará a la calidad de tu descanso.