Fabricar un colchón, al menos un colchón de calidad no es tarea fácil. Es importante que aprueben con sobresaliente todas las pruebas de calidad antes de salir al mercado. ¿Sabes cuál es el proceso por el que debe pasar un colchón?
Pikolin es una de las marcas que pasa los controles más exhaustivos, por eso es la marca líder en España y Francia, porque la calidad es su sello de garantía. A diferencia de lo que puedan pensar muchos usuarios, quienes realizan estos exámenes no son las personas sino unas máquinas construidas para desempeñar esta labor.
En concreto, se trata de dos máquinas con unos rodillos de 140 kg que se deslizan por un lado y otro del colchón durante 30.000 veces. De esta manera, se obtiene el estado del colchón a los 8 años, esto les permite conocer cuál es la firmeza, desgaste y pérdida de altura.
El simple gesto de sentarnos en el borde del colchón puede tener unas serias consecuencias para nuestro colchón. La normativa UNE-EN establece que debe dejarse caer una pieza metálica de 100kg durante 5.000 repeticiones, sin embargo, Pikolin establece el doble en sus normas y esta prueba la pasa dejando caer una pieza de 120 kg durante 10.000 repeticiones.
Calidad bases abatibles
Pikolin garantiza la calidad de sus colchones pero también de sus bases abatibles. Por eso, este producto pasa por una fase que consiste en abrir y cerrar la tapa 20.000 veces. Si esto lo traducimos a otras palabras quiere decir que si levantamos la base al menos una vez al día, tenemos un abatible con 55 años de vida.
Las almohadas
La almohada es la responsable de mantener alineada nuestra columna vertebral. Con el fin de garantizar la calidad del conjunto de descanso, Pikolin comprime 10.000 veces el centro de la almohada hasta un 75% de su espesor original. Después de revisan las posibles deportaciones del material y analiza la pérdida de altura.