Cuando dormimos mal o tenemos problemas de espalda siempre decimos que es culpa de nuestro colchón. Sin embargo, el equipo de descanso está compuesto por un somier y una almohada, y muchas veces la responsable de nuestros males es ésta última.
De hecho un mal uso de la almohada puede generar tensiones cervicales y contracturas. Además, puedes tener un magnífico colchón que si la postura no es la adecuada y el uso de la almohada tampoco lo es, el sueño no será de la calidad que debería ser.
Hay muchos modelos y tipos de almohadas al igual que los colchones y la almohada ideal es aquella que se adapta a nuestra postura de dormir. Como recuerdan desde ASOCAMA “la almohada correcta es aquella que mejor mantiene la posición natural de la columna”.
Por otro lado, a la hora de comprar una almohada hay que valorar otros ítems como por ejemplo que se trate de un producto hipoalergénico y que no sea una almohada que acumule calor.
Desde el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) nos recomiendan que en lugar de dormir con una única almohada lo hagamos con dos, sobre todo cuando se duerme en pareja ya que cada uno puede tener unas necesidades diferentes.
Por último, un correcto uso y mantenimiento de la almohada nos ayuda a prolongar su vida y que siga cumpliendo sus funciones como el primer día.